Uno
de los trastornos más habituales es el llamado retraso del lenguaje, que se
caracteriza por generar muchas dificultades en los afectados a la hora de
adquirir conocimientos del lenguaje en todos los sentidos, tanto en la forma,
el uso y el contenido del lenguaje oral.
En
este tipo de trastorno la señal más habitual es el hecho de que el niño tarda
entre un año y un año y medio más tarde de lo esperado en tener acceso de forma
normal al lenguaje oral, pero por suerte es un tipo de trastorno que responde
muy bien a la intervención de un logopeda.
Podemos
resumir el perfil lingüístico del trastorno de retraso del lenguaje en los
siguientes puntos:
·
El niño reduce y simplifica el sistema fonológico.
·
Se sufre un significativo retraso a la hora de adquirir algunas
categorías morfológicas, dificultando notablemente el desarrollo lingüístico
del niño.
·
El niño se comunica sobre todo con frases cortas y con pocos
elementos.
·
Existe una alta dificultad a la hora de incorporar nuevas palabras
al vocabulario, y dicha incorporación suele hacerse de manera muy lenta.
·
En las conversaciones con más gente, el niño suele tener muy poca
participación, sobre todo de forma espontánea (si se le anima participar si
suelen hacerlo).
·
El niño tiene muchas dificultades para establecer relaciones entre
palabras dentro de una misma categoría semántica.
·
El niño olvida con frecuencia términos para referirse a elementos
de su entorno, y tiene dificultades para recordarlos cuando intenta referirse a
ellos.
·
El niño suele tener muchas dificultades para iniciar y mantener
una conversación por turnos.
·
Las habilidades comunicativas generales del niño afectado son
limitadas.
Debido
a este trastorno los niños que lo padecen tienen un alto riesgo de cara al
fracaso escolar, por lo que es muy recomendable tratar el problema a tiempo en
cuanto se detecte.
Colaboración
de logopedas especializados de López de Fez.
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