DICEN MIS PADRES QUE ES DE BIEN NACIDOS SER AGRADECIDOS MEDIANTE ESTE RECORTE DE PRENSA MI ADMIRACIÓN Y CARIÑO PARA UNA LOGOPEDA MUY ESPECIAL
Ellos también toman la palabra
ROBERTO NÚÑEZ/VALLADOLID
La logopeda Landelina Díez, con un tablero de un niño con parálisis cerebral. / ALFONSO E. CAÑO
«Me llamo Isabel. Tengo ocho años y soy una niña con parálisis cerebral. Me gustan los dibujos animados y gastar bromas a la gente; por eso, más de una vez te puedo engañar con la mirada. Este es mi tablero para comunicarte dónde puedes ver lo que me gusta y me disgusta».Esta es una de las tantas presentaciones de los niños, jóvenes y adultos con parálisis cerebral, que se acercan día a día al Centro Obregón de Valladolid de Asprona, asentado en el Paseo de Obregón, para mejorar su comunicación y la calidad de vida de los usuarios y de las familias.La palabra es el motor de la vida de los niños con parálisis cerebral en los que parte de su cerebro no funciona correctamente o no se ha desarrollado con normalidad. La zona afectada suele ser una de las que controla los músculos y ciertos movimientos del cuerpo. En España, alrededor de 1.500 bebés nacen o desarrollan una parálisis cerebral cada año. Puede afectar a niños y a niñas de cualquier raza y condición social.Las lesiones que provocan parálisis cerebral suceden durante la gestación, el parto o los primeros años de vida. Las causas pueden ser: una infección intrauterina, como por ejemplo la rubéola; una dificultad antes del nacimiento, quizás debida a que el bebé tiene problemas para respirar adecuadamente; un hematoma cerebral o una hemorragia intraventricular, que se pueden producir en el bebé antes del nacimiento, o un trastorno genético que se puede heredar aunque los padres estén completamente sanos, entre otros.Los mensajes enviadosLa parálisis cerebral no permite o dificulta los mensajes enviados por el cerebro hacia los músculos, entorpeciendo el movimiento de estos. Hay diversos tipos de parálisis cerebral, dependiendo de los tipos de órdenes cerebrales que no se producen correctamente. Muchas de las personas afectadas por esta clase de parálisis tienen una combinación de dos o más tipos. La hemiplejía se produce cuando la mitad izquierda o la derecha del cuerpo está afectada por esta parálisis cerebral, mientras que la otra mitad funciona con normalidad. A su vez, la diplejía afecta a las dos piernas, pero los brazos están bien o ligeramente afectados, mientras que en la tetraplejía están afectados los dos brazos y las dos piernas.Sea como sea, un niño con parálisis cerebral puede tener alguno o la mayoría de los siguientes síntomas: movimientos lentos, torpes o vacilantes; rigidez; debilidad; espasmos musculares; flojedad; movimientos involuntarios y el inicio de un movimiento a menudo desemboca en otro involuntario.Y esa dificultad de enviar mensajes por el cerebro hacia los músculos les impide comunicarse; por eso, se diseñaron sistemas de comunicación para «evitar la exclusión». «Todo arranca a comienzos de los años ochenta con el sistema Bliss, un modelo más complejo y abstracto basado en las pictografías y donde los colores son determinantes. El naranja son los sustantivos; el verde, los verbos; el amarillo, las personas; el rosa, los temas sociales, y el blanco, un poco de todo», asegura la logopeda del Centro Obregón, Landelina Díez Cartón, tras cuarenta años de ejercicio, que un buen día a mediados de los ochenta vio cómo nacía el SAC, sistema alternativo de comunicación basado «en el reconocimiento de dibujos o símbolos».«Calidad de vida»De ahí que la logopeda Landelina Díez esté la mayoría de los días, en sus ratos libres, dibujando nuevas palabras como una tetera o una cesta de la compra para incorporarla a los tableros de los menores. «La comunicación es fundamental para expresar deseos y necesidades, teniendo una estrecha relación con la calidad de vida», apunta. Y es que los tableros son las palabras de los niños hechas dibujos. En muchos de ellos, hay fotografías de los familiares y de las actrices y los jugadores de fútbol que les gusta. Son el vehículo para su comunicación diaria con las familias porque con la mirada te indican lo que quieren en cada momento porque ellos también toman la palabra.
